¡Hola !

Aquí en España agosto es un mes muerto.

Aprovechando el verano, Gaby y yo decidimos hacer un par de viajes que teníamos en nuestra lista:

• Primero estuvimos unos días en los Pirineos (la cordillera al norte de España, en la frontera con Francia) y nos llevamos a MBaku 🐶⛰️
• Luego nos fuimos sólo Gaby y yo a Agadir, Marruecos, a un Surf House por 4 días 🏄‍♂️

Durante estos viajes tuve mucho tiempo para relajarme, pensar y reflexionar.

En el newsletter de hoy, te comparto algunas de mis reflexiones relacionadas con el miedo al dolor, implementar nuevos hábitos y cómo tomar mejores decisiones cuando viajas.

Espero que por lo menos una de ellas te sea de ayuda.

Reflexiones

1. Lección de mi primera vez surfeando: cada ola es una oportunidad de practicar y aprender. Caerse es parte del proceso.

Esta lección aplica a cualquier nuevo hábito que quieras implementar o habilidad que quieras aprender.

Digamos que quieres bajar de peso y estás empezando una dieta.

Llega el fin de semana, tu familia te invita a comer pizza y terminas comiéndote 5 pedazos y un par de cervezas.

¿Qué harías? ¿Tirarías la toalla y dirías “esto de las dietas no es para mi”?

¿O aprenderías de esta experiencia y volverías a “subirte a la tabla”?

2. Sobre el miedo al dolor: el saber que has hecho el trabajo de entrenar inteligentemente y trabajar en tus puntos débiles te da más confianza al hacer actividades fuera de tu rutina (ej: surf, sandboard).

Si eres como yo y has tenido alguna lesión relativamente grave y dolorosa en el pasado, consciente o inconscientemente tienes recelo de decir que sí a ciertas actividades por miedo a “cagarla” y lastimarte otra vez.

A mi todavía me pasa y es algo completamente normal.

De hecho, me pasó en estas últimas vacaciones antes de hacer surf y sandboarding en las dunas de Marruecos.

Lo que he descubierto (y comprobado en estas vacaciones) es que el hacer el trabajo diario de entrenar y fortalecer los puntos débiles te devuelve un mayor nivel de confianza en lo que tu cuerpo está preparado para hacer.

Saber que he hecho un esfuerzo consciente siguiendo un programa diseñado específicamente para mi, me da la seguridad de decir que sí a esta experiencias como el surf y saber hasta qué punto puedo exigirle a mi cuerpo.

Si sientes que necesitas ayuda para llegar a sentirte así, agenda una llamada de consulta y analizamos si trabajar juntos es la mejor opción para ti.

3. La mejor forma de disfrutar tus vacaciones sin sentirte culpable es tener una intención clara de cómo te quieres sentir al regresar a la rutina.

¿Te ha pasado que te vas de vacaciones y terminas haciendo tanto, que sientes que necesitas vacaciones de tus vacaciones?

A mi también.

Esta vez, con Gaby fuimos muy claros sobre que estas vacaciones queríamos relajarnos, desconectarnos (de redes sociales y del trabajo) y recargarnos en la naturaleza y el mar.

Sabíamos que queríamos regresar de las vacaciones sintiéndonos más frescos y sanos.

Este simple acuerdo nos ayudó a tomar decisiones más inteligentes cuando...

• ...nos invitaban a salir de fiesta hasta la madrugada
• o se nos cruzaba por la cabeza hacer una ruta de 8 horas
• o se nos antojaba alguna comida que sabíamos que íbamos a disfrutar en ese momento pero que nos iba a hacer sentir peor al día siguiente.

Y a ti, , ¿cómo te gustaría sentirte al regresar de tus vacaciones?

¡Gracias por leer el newsletter de esta semana, !

Me encantaría leer tu opinión sobre cualquiera de las reflexiones anteriores.

Responde a este correo y conversemos.

Un abrazo,