Espero que tu semana haya ido muy bien.
Para terminar esta mini-serie de emails, te comparto hoy los últimos 3 pasos para que te ayudarán a ser más constante.
Empieza pequeño y acumula victorias
Momentum es la palabra clave para desarrollar disciplina y constancia.
La disciplina es algo que no se gana de un día a otro. Sin embargo, se puede llegar a desarrollar muy rápido si tenemos la base de los tres puntos anteriores.
La disciplina se refuerza a medida que cumples con tus rutinas y hábitos, o acumulas victorias pequeñas, sobre todo esos días en los que tu motivación se encuentra más baja de lo normal.
Por esto, si vas a comenzar a implementar un nuevo hábito, es importante que empieces con pasos pequeños y muy fáciles de alcanzar. De esta manera te asegurarás de acumular pequeñas victorias cada vez, y evitarás la frustración de no cumplir tus
expectativas.
Si eres alguien muy optimista o muy decidido, esta parte del proceso te costará trabajo, pero aún así esfuérzate en encontrar pequeños
pasos para comenzar, y a medida que sigas conquistando tus metas, estos pasos se volverán más y más grandes.
Bonus: Mientras más victorias acumules
día tras día, notarás que tu disciplina en otras áreas de tu vida también comenzará a mejorar.
Establece una dosis
mínima para los días más complicados
Siempre habrá días más complicados o menos predecibles que otros. Imagínate uno de estos días y pregúntate ¿qué es lo mínimo que podría hacer del hábito X para sentirme satisfecho y contento con mi esfuerzo? ¿Cómo se vería si X fuera fácil?
Crea una versión light o simplificada de tu hábito, la cual puedes cumplir en esos días en los que todo sale de lo planificado. El tener esta alternativa fácil y a
prueba de excusas te ayudará a seguir acumulando victorias, aunque sean pequeñas, que te harán sentir más feliz con tu progreso.
Sobre todo, te
ayudarán a no caer en la trampa de "hoy no cumplí, se jodió todo el resto de la semana".
Se honesto contigo
mismo
Todos los pasos anteriores son inútiles si no eres honesto contigo mismo.
Es importante que desde el principio tengas claro el por qué de tus objetivos. Si tienes objetivos superficiales, es mucho más probable que dejes de lado los hábitos que intentes cultivar.
Aunque sí está bien ser compasivo contigo mismo y no frustrarte por no cumplir con lo que te propones, es importante no caer en la indiferencia y pensar que “algún día lograré ser más disciplinado”.
Si notas que empiezas a fallar en tus intentos de cultivar algún hábito, vuelve a los puntos 1 y 2 de esta serie de emails, evalúa nuevamente tus prioridades y modifica tus metas según eso.
Recuerda que esto es un proceso continuo que seguirás mejorando mientras más lo practiques. Así sientas que “fallaste” una semana (o dos, o tres…), recuerda que todo te servirá de aprendizaje y en tu próximo intento estarás
mejor preparado.