Hola ,
En los últimos newsletters te he contado sobre cómo crear y mantener hábitos saludables, cómo eliminar hábitos negativos y por qué celebrar tus pequeñas victorias puede ser una herramienta útil (si te los perdiste, puedes leerlos aquí).
En un mundo perfecto, esto sería súper fácil y todos seríamos la encarnación de la buena salud y bienestar.
Pero en realidad, hay muchos factores que interfieren.
Uno de los más comunes que todos experimentamos es el
estrés.
Cuando todo parece ponerse más difícil e incierto, tendemos a dejar a un lado los hábitos positivos que hemos estado cultivando.
Suena lógico.
¿Por qué gastar más energía cuando tengo tantas cosas urgentes pasando?
En realidad, estos son los momentos en los que más importante es mantener esos hábitos.
Déjame explicarme.
Al dejar de lado los hábitos que sabes que son importantes por resolver cosas urgentes, estás reforzando ese comportamiento. Mientras más lo hagas, más lo repetirás en el futuro cuando vuelvas a tener épocas más complicadas.
Al contrario, si decides mantenerte fiel a tus hábitos y a tus 'no negociables' a pesar de las dificultades, estás reforzando ese comportamiento y, cuando vuelvas a épocas más relajadas, no tendrás que volver a comenzar a entrenar o a comer sano o a dormir más. Además, cuando todo se ponga complicado otra vez, estarás mejor preparado/a para lidiar con ello.
O sea, si logras mantener tus hábitos en los períodos más estresantes e inciertos, es mucho más probable que los mantengas en el largo plazo.
Con eso dicho, ¿cómo puedes manejar mejor el estrés y mantener
tus hábitos cuando la vida se pone complicada? Te dejo tres consejos prácticos:
- Controla tu respiración: la forma más efectiva y rápida de cambiar nuestras respuestas fisiológicas es la respiración. Cuando te sientas agobiado/a, prueba pausar por 1-2 minutos y respirar profundo, usando el diafragma, contando 3-5 segundos en la inhalación, aguantando por 3-5 segundos y exhalando en otros 5+ segundos.
- Reduce la fricción (haz que sea más fácil continuar con
tus hábitos positivos): En esos períodos más estresantes, procura que los hábitos que quieres formar o mantener sean lo más fácilmente accesibles posible. Por ejemplo, si estás comenzando a ir al gimnasio, deja tu ropa lista la noche anterior, así al día siguiente tendrás una cosa menos en la que pensar. O si quieres comer más sano, desaste de los dulces y de la comida basura que tienes en casa.
- Cambia tu entorno: El estar mucho tiempo en el mismo ambiente (sobre todo si
trabajas desde casa) es una gran causa de estrés. Un paso de acción fácil es salir a dar una vuelta por la naturaleza, pasear a tu perro o ir a tomar un café fuera. Aunque parece algo simple, cambiar tu entorno ayuda a regular tu estado psicológico y fisiológico y reducir el estrés.
Espero
que este email te ayude a mantenerte sano y en forma en épocas de estrés elevado.
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